Uno de los puntos más importantes que vinculan el agua con el ser humano es la hidratación como factor esencial: para mí el agua es el elixir de la eterna juventud.
Un recién nacido presenta 80% de su peso corporal en agua; el cuerpo adulto, está conformado del 50% al 75% de agua. Esta se pierde por diferentes medios, como el intercambio en el proceso respiratorio, el sudor y la orina. Al no contar con un reservorio de agua, hay que reponerla, hidratándonos diaria y continuamente.[1] Las células de la piel, se mantienen más jóvenes y bellas consumiendo agua todos los días. Una célula, que envejece más rápido, es una célula deshidratada.
Algunas de las funciones principales del agua para el cuerpo humano son:
- Favorece el transporte de oxígeno por medio de la sangre; logrando así́, que las células obtengan un modo de producir energía.
- Mantiene el pH en niveles fisiológicos normales.
- Mantiene la elasticidad de la piel, dando un aspecto suave y saludable.
- Mantiene los niveles óptimos de minerales tales como; sodio, potasio, cloro, calcio y otros, evitando así́ alteraciones en riñones, corazón y sistema nervioso.
- Mantiene la temperatura corporal estable.
Si somos adultos, podemos tomar por entre 6- 10 vasos de agua diariamente. Recuerda que la cantidad de agua a consumir depende también de factores ambientales, temperatura, humedad y nivel de actividad física de cada persona. Una buena recomendación, es poder llevar con nosotros siempre, una pequeña botella de agua, en la bolsa o la mochila, para tomar pequeños sorbos continuamente.
Existen también aplicaciones en computadora y celular, en donde podemos registrar nuestro consumo diario de líquidos, para con ello establecer retos de mayor nivel de hidratación.[2]
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[1] Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Gobierno de México, 2019. https://www.gob.mx/issste/es/articulos/beneficios-de-la-jarra-del-buen-beber?idiom=es
[2] Iglesias C, Villarino AL, Martínez JA, et al. Importancia del agua en la hidratación de la población española: documento FESNAD. Nutr Hosp. 2011; 26(1): 27-36.