Cada día hay más mujeres en puestos directivos y muchas de ellas continúan trabajando para avanzar en sus carreras. Si bien algunas empresas ya cuentan con mujeres en posiciones gerenciales, aún está por debajo de las expectativas. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo sólo seis de los más de 90 países y territorios que reportaron cifras en 2020 y 2021 han logrado la paridad de género en los puestos de liderazgo, en el caso de México, apenas el 38.5 por ciento es ocupado por mujeres[1].

Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo personal e instructora de Udemy, menciona que “aún cuando está demostrado que las mujeres consiguen mejores resultados, vuelven a las empresas más rentables, los clientes de las organizaciones están más satisfechos y los colaboradores al interior de las mismas son más felices, aún sigue siendo difícil que sean consideradas para un cargo directivo”. De acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)[2], la presencia de más mujeres en las altas esferas directivas mejora el desempeño de las empresas, aumentando hasta en un 20% su rentabilidad, además de acelerar la innovación y atraer a los profesionales con talento

Para aquellas mujeres que buscan llegar a puestos de liderazgo, Cecilia Mansilla brinda cinco consejos para destacar:

  1. Perseverancia. Pareciera muy obvio, pero a veces la gente se da por vencida. Es muy común que a los hombres se les evalúe por su potencial, y a las mujeres por sus logros, por lo que la perseverancia es fundamental. Demostrar con resultados de lo que se es capaz para que el impacto sea claro y sostenido.
  1. Capacitación constante. El aprendizaje continuo es una gran oportunidad que no se debe desaprovechar, las mujeres tienen cierta ventaja en este ámbito, ya que por lo general no ven “sus debilidades” como un problema, sino que se enfocan en desarrollarlas y resolverlas, por lo que buscar y actualizar habilidades es esencial para ser competitiva entre sus pares.
  1. Explotar las habilidades sociales. Las mujeres suelen ser por naturaleza más sociales y empáticas, por lo que aprovechar ambas cualidades para colaborar con todas las personas puede traer resultados positivos. Se debe ser estratégica y buscar aliados de apoyo dentro de la organización para llegar a un puesto directivo.
  1. Romper los sesgos inconscientes. El primer paso para hacerlo es identificarlos, saber cuáles son los más comunes en el trabajo para evitarlos. Reconocer cuándo las mujeres pueden fomentar los prejuicios es el primer paso para romperlos, así como identificar cuando una persona los está produciendo y limitando el propio potencial.

Por ejemplo, el sesgo de género es uno de los más comunes y más limitantes para una mujer, como creer que las mujeres son más emocionales y, por lo tanto, no son buenas para tomar decisiones. Estas pequeñas creencias subconscientes pueden  limitar la carrera, potencial profesional y el futuro para una mejor posición.

  1. El género de una persona no define su estilo de trabajo y capacidad.  Para tener un puesto directivo no debe importar  si se es hombre o mujer, la capacidad, resultados, desarrollo de habilidades, formación y experiencia individual deben ser la base para ser considerado para liderar un departamento o una empresa. Las mujeres deben continuar demostrando que son tan capaces como cualquiera y no dejarse intimidar por los prejuicios de los demás.

El mundo cambia constantemente y las oportunidades continúan surgiendo, por lo que las mujeres deben estar listas para aprovecharlas. La capacitación para mantenerse competitivo, estar a la vanguardia y actualizado con las últimas habilidades es clave. Continuar promoviendo la inclusión, la equidad y brindar oportunidad a cualquiera, también.


[1] Statista

[2] Organización Internacional del Trabajo

Por Editor

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *