En el vertiginoso mundo de la belleza, la forma en que los consumidores se relacionan con los productos ha cambiado drásticamente en los últimos años. Esta transformación ha sido impulsada en gran parte por el auge de las redes sociales, un fenómeno que ha reinventado no solo cómo se publicitan los productos, sino también cómo se perciben y se consumen. Conversamos con Elodie Barbé, Vicepresidenta de Marketing de Sephora Europa, quien compartió su visión sobre cómo las plataformas sociales han revolucionado el mercado de la belleza, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
Barbé señala que la interacción constante y la inmediatez de las redes sociales han integrado la belleza en la vida diaria de los consumidores. La popularidad de plataformas como Instagram, TikTok y YouTube ha permitido que incluso las marcas más pequeñas tengan una voz en el mercado. No solo se trata de publicar imágenes llamativas, sino de construir una comunidad en torno a los productos, donde los usuarios pueden compartir sus opiniones, tips y experiencias.
El público más joven, en particular, ha adoptado este nuevo enfoque hacia la belleza. La influencia de los ‘beauty influencers’ es innegable. Estos creadores de contenido no solo presentan productos; los analizan, los prueban y ofrecen recomendaciones basadas en su experiencia personal, lo que les otorga un nivel de credibilidad que es difícil de replicar mediante la publicidad tradicional. Barbé enfatiza que en este entorno, es fundamental para las marcas educar y guiar a sus consumidores, ayudándoles a tomar decisiones informadas que se alineen con sus valores y preferencias.
El crecimiento del consumo de belleza no es un fenómeno aislado; esta tendencia se ha multiplicado en los últimos años, y aquí es donde entra Virginie Duigou, Jefa de compras de belleza de Zalando. La interacción co-creativa que ofrecen las redes sociales ha fomentado un aumento notable en la demanda de productos de belleza. Desde cosméticos hasta cuidado de la piel, la diversidad de opciones disponibles ha hecho que los consumidores se sientan más empoderados a la hora de elegir productos que se adaptan a sus necesidades.
Duigou también menciona cómo Zalando ha adaptado su estrategia para alinearse con estas nuevas tendencias. La plataforma se ha centrado en ofrecer una gama más amplia de productos de belleza, muchos de ellos impulsados por recomendaciones sociales. Al hacerlo, han conseguido no solo atraer a un público más amplio, sino también incrementar la lealtad de los clientes, quienes encuentran en Zalando no solo una tienda, sino un recurso para aprender sobre el mundo de la belleza.
En el mercado mexicano, donde la belleza se vive con gran pasión, estas tendencias son aún más marcadas. La disponibilidad de productos como aquellos de Sephora, que incluye una variedad de marcas tanto locales como internacionales, ha facilitado la conexión entre las tendencias globales y las preferencias locales. Marcas como Fenty Beauty, que se enfocan en la inclusividad y la diversidad, han obtenido un gran respaldo entre los consumidores mexicanos, quienes buscan productos que reflejen su identidad.
Las campañas en redes sociales también han permitido que marcas emergentes encuentren su lugar en un mercado saturado. A menudo, las pequeñas empresas utilizan técnicas de marketing digital para destacar sus productos a través de tutoriales en video o reseñas en línea, creando un círculo de recomendaciones que es difícil de romper. Este nuevo enfoque ha democratizado el acceso a opciones de belleza, permitiendo que los consumidores experimenten y descubran nuevos productos sin la necesidad de gastar grandes sumas de dinero en promociones poco auténticas.
Sin embargo, no todo es positivo. Barbé y Duigou están conscientes de los desafíos que presenta esta nueva era de consumo. La sobreinformación y la saturación de productos pueden llevar a la confusión entre los consumidores, quienes a veces pueden sentirse abrumados por la cantidad de opciones o las continuas recomendaciones de influencers. Por ello, se vuelve esencial proporcionar contenido educativo que no solo informe, sino que inspire confianza, permitiendo a los consumidores sentirse seguros en sus decisiones.
A medida que el mundo de la belleza continúa evolucionando, el papel de las redes sociales será crucial. La capacidad de las marcas para adaptarse y utilizar estas plataformas de manera efectiva determinará su relevancia en el mercado. Desde la creación de comunidades en línea hasta la educación del consumidor, las posibilidades son infinitas. Gracias a profesionales apasionados como Elodie Barbé y Virginie Duigou, el futuro del consumo de belleza parece prometedor y lleno de oportunidades para conectar de manera más auténtica con los consumidores.

