El yoga es una práctica milenaria que combina posturas físicas, respiración y meditación para mejorar la salud física y mental. Si eres nueva en el mundo del yoga, no te preocupes: aquí te presentamos una guía con ejercicios básicos para que puedas comenzar desde cero y disfrutar de sus beneficios.
Una de las posturas más conocidas es la postura del niño (Balasana). Esta posición es ideal para relajarse y estirar la espalda baja. Para realizarla, siéntate sobre tus talones, inclínate hacia adelante y extiende los brazos frente a ti. Descansa la frente en el suelo y respira profundamente.
Otra postura fundamental es la postura de la montaña (Tadasana). Aunque parece simple, esta posición es la base de muchas otras posturas. Párate con los pies juntos, distribuye tu peso de manera uniforme y alarga tu columna vertebral. Relaja los hombros y respira profundamente.
Para fortalecer las piernas y mejorar el equilibrio, prueba la postura del árbol (Vrksasana). Coloca un pie sobre el muslo opuesto, mantén las manos en posición de oración frente al pecho y concéntrate en un punto fijo para mantener el equilibrio.
Si buscas estirar la columna y abrir el pecho, la postura de la cobra (Bhujangasana) es perfecta. Acuéstate boca abajo, coloca las manos debajo de los hombros y levanta el torso mientras mantienes las caderas en el suelo. Respira profundamente y siente el estiramiento en la parte frontal del cuerpo.
Finalmente, no puedes olvidar la postura del perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana). Esta posición estira toda la parte posterior del cuerpo y fortalece los brazos y las piernas. Comienza en posición de plancha, levanta las caderas hacia el techo y forma una “V” invertida con tu cuerpo.
El yoga no solo tonifica tu cuerpo, sino que también reduce el estrés y mejora la concentración. Con estas posturas básicas, estarás lista para comenzar tu práctica y descubrir todos sus beneficios.