El hipotiroidismo afecta al 15% de las mujeres latinoamericanas, y la alimentación puede ser aliada o enemiga en su manejo. Este artículo detalla los alimentos que interfieren con la función tiroidea y cómo reemplazarlos sin sacrificar sabor. La endocrinóloga Dra. Patricia Silva advierte: “Muchos ‘superalimentos’ de moda son contraproducentes para mujeres con tiroides lenta”.
Los crucíferos crudos (brócoli, coliflor, repollo) encabezan la lista por sus goitrógenos que inhiben la absorción de yodo cuando se consumen crudos y en exceso. La solución: cocción al vapor que reduce hasta el 80% de estos compuestos. Las semillas de soya no fermentada contienen isoflavonas que compiten con la hormona tiroidea, siendo el tempeh y miso alternativas seguras.
El gluten merece atención especial: “El 30% de mujeres con hipotiroidismo tiene sensibilidad al gluten no celíaca que empeora la inflamación”, explica la Dra. Silva. Incluye test casero para detectar sensibilidad y alternativas con quinoa y amaranto.
El artículo proporciona un plan alimenticio de 4 semanas, lista de compras aprobada, y recetas tradicionales modificadas como “ensalada de brócoli cocido” y “arepas de harina de coco”. Testimonios muestran mejorías del 40% en niveles de energía y 30% en reducción de síntomas después de ajustar la alimentación.

