Los excesos de la Nochebuena —azúcar, alcohol, poco sueño y tal vez maquillaje pesado— pasan factura a la piel al día siguiente. La Dra. Julissa Mendoza, dermatóloga certificada y colaboradora de “Revista Elle México”, explica: “Estos factores desencadenan inflamación, deshidratación y un aumento de la producción de sebo, lo que se traduce en rostro hinchado, opaco y con posibles brotes. La mañana después requiere un enfoque calmante, hidratante y desinflamante, no agresivo”.
El primer paso es una limpieza suave pero profunda. “Olvídense de exfoliantes fuertes o mascarillas de arcilla que pueden irritar más la piel sensible”, advierte la Dra. Mendoza. “Usen un limpiador en gel o aceite suave, sin sulfatos. Una toallita de microfibra con agua templada ayuda a remover bien los residuos sin fricción”. Seguido de esto, un tónico calmante con ingredientes como agua de rosas, centella asiática o hamamelis ayudará a restaurar el pH y calmar el enrojecimiento.
El paso crucial es la hidratación intensiva y desinflamatoria. La esteticista Georgina Gutiérrez, de la clínica “Dermaarte”, recomienda: “Apliquen un suero de ácido hialurónico puro para reponer agua, seguido de una crema hidratante con ceramidas y niacinamida, que reforzará la barrera y reducirá la inflamación. Para los ojos hinchados, guarden sus contornos de ojos en la nevera y aplíquenlos con un masaje de drenaje linfático suave (de la esquina interior hacia la sien)”. Una mascarilla hidratante de 10 minutos puede dar el toque final de recuperación.

