Las “súper aplicaciones” están en auge en estos días en el mundo de las aplicaciones móviles. Empresas como Google, Mercado Libre, Magalu e incluso Meta, a través de Instagram, desarrollan una oferta cada vez más amplia de funciones. Estas apps tienen como objetivo ofrecer casi todo en un sólo lugar, pero con ellas crece también la preocupación por la protección de sus sistemas.
El uso de una gran cantidad de aplicaciones por día en México es elevado. De acuerdo con el informe de expectativas del Consumidor Mexicano de Appdome, la ventanilla única para la defensa de aplicaciones móviles, reveló que el 43.7% de las personas encuestadas utiliza de 6 a 20 aplicaciones por día, lo que refleja la necesidad de la población mexicana de utilizar diariamente diversos recursos a través de su dispositivo móvil. Es en este escenario de optimización y facilidad que el mercado digital está ampliando los servicios en un sólo sitio.
Las “súper aplicaciones” son plataformas digitales que ofrecen a los usuarios una amplia gama de recursos esenciales, como compras, pagos, transporte, comida, entretenimiento y mucho más en un sólo lugar; es decir, unifican varios servicios en una interfaz común. Están diseñados para crear un entorno integrado que permita a los usuarios acceder a una variedad de servicios para enriquecer sus experiencias de forma consistente y personalizada.
“Los fabricantes intentan combinar tantos servicios relacionados como sea posible en una sola aplicación para ganarse los corazones y las mentes de las generaciones más jóvenes, como la Generación Z, nativa digital, que usa súper aplicaciones para la mayoría de sus actividades diarias”, afirma Alan Bavosa, vicepresidente de productos de seguridad de Appdome.
Aplicaciones como Uber, Airbnb e incluso aplicaciones de entretenimiento como Spotify y Netflix se han sumado al movimiento. Cada una de estas poderosas marcas aspira a convertirse en una súper aplicación dominante, que abarque una combinación de servicios en un sólo lugar.
Desafíos de seguridad que enfrentan las súper aplicaciones
La facilidad y agilidad que las súper aplicaciones brindan a los consumidores es indiscutible; sin embargo, se discuten los desafíos para proteger estos sistemas y sus usuarios. Por un lado, los desarrolladores creen que la clave para generar mayor compromiso, lealtad del cliente y crecimiento proviene de presentar al usuario servicios relacionados dentro de una única experiencia. Para lograr esto se requiere integrar y habilitar un nivel sin precedentes de componentes de terceros, como compra ahora y paga después, funciones comerciales, de lealtad o de compras en el mercado P2P dentro de la propia aplicación para operar en la forma en que está diseñado el componente.
Esto significa que la superficie de ataque explotable dentro de una súper aplicación es mucho mayor que la de una aplicación de propósito único donde el desarrollador y el profesional de seguridad tienen control total sobre los flujos de trabajo, las API, las llamadas de red y las funciones de lectura y escritura, por ejemplo.
El experto advierte que uno de los mayores riesgos es la fuga o el robo de datos, que puede resultar de una exposición excesiva de los datos, configuraciones de seguridad incorrectas o almacenamiento inseguro de datos dentro de la aplicación, lo que puede causar verdaderos dolores de cabeza a la hora de proteger a los usuarios y receptores.
“Las súper aplicaciones ofrecen unidad y fluidez a través de una experiencia increíblemente personalizada y fructífera para los clientes y las marcas. Sin embargo, también existe preocupación por la excesiva centralización de los servicios en una única plataforma. Por lo tanto, es importante que los desarrolladores y reguladores sean conscientes de estos problemas a medida que las súper aplicaciones siguen ganando popularidad”, concluye Bavosa.