Ir al supermercado con un plan claro después de las fiestas es el primer paso para recuperar hábitos alimenticios saludables sin desperdiciar dinero. Carmen Haro, nutrióloga y directora de la Clínica de Nutrición del Hospital ABC, aconseja: “Nunca vayan con hambre y siempre lleven una lista basada en un menú semanal aproximado. El objetivo es llenar el carrito de alimentos reales y evitar los pasillos centrales, que suelen estar llenos de ultraprocesados”. Esta lista está diseñada para abastecer una despensa básica y nutritiva.

En el área de frutas y verduras, la prioridad es la variedad y el color. “Carguen con vegetales de hoja verde (espinacas, lechuga), crucíferas (brócoli), y otras verduras versátiles como cebolla, ajo, jitomate, zanahoria y calabacín. En frutas, elijan las de temporada como mandarinas, guayabas y fresas, que suelen ser más económicas y frescas”, recomienda Haro. Para las proteínas, sugiere “pollo, pescado (atún o filetes congelados son prácticos), huevos, legumbres (lentejas, frijoles) y quizá un corte magro de res”.

En la despensa seca, los esenciales son: “Avena, arroz integral o quinoa, pasta integral, aceite de oliva, vinagre, especias básicas (pimienta, orégano, comino), nueces y almendras a granel, y tal vez algunos enlatados prácticos como atún al agua o garbanzos”. En los lácteos“yogur natural sin azúcar, queso fresco o panela, y leche baja en grasa o bebidas vegetales”. Haro finaliza con un tip crucial: “Revisen su alacena y refrigerador antes de salir. Aprovechen las sobras creativamente (un caldo con los huesos del pavo) y compren solo lo necesario para evitar el desperdicio”.

Por Editor

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