Un chocolate caliente bien preparado es más que un simple consuelo invernal; es una bebida con comprobados beneficios para la salud mental y física durante los meses fríos. El Dr. Samuel Reyes Haro, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral del Sueño y columnista frecuente en medios, explica: “El cacao contiene triptófano, precursor de la serotonina, y teobromina, un estimulante suave que mejora el estado de ánimo sin la ansiedad que puede provocar el café”. Estudios de la Universidad Autónoma de Chapingo sobre el cacao mexicano confirman sus altos niveles de antioxidantes.
La clave está en la calidad del cacao. La Chef Martha Ortiz, reconocida por rescatar ingredientes mexicanos, recomienda: “Busquen tabletas de chocolate de mesa con alto porcentaje de cacao, como los de la marca mexicana ‘Tierra Garat’ o ‘Cacao del Mayab’, y disuélvanlos en leche caliente, no en agua, para una textura aterciopelada”. La nutrióloga Carmen Haro, directora de la Clínica de Nutrición y Obesidad del Hospital ABC, aconseja limitar el azúcar añadido y usar endulzantes naturales como piloncillo o un toque de miel de abeja.
Además del ánimo, el chocolate caliente ofrece beneficios fisiológicos. El Dr. Juan Carlos Cancino, especialista en medicina interna, señala que los flavonoides del cacao pueden ayudar a mejorar la circulación periférica, contrarrestando la sensación de frío en manos y pies. La receta perfecta, según la tradición mexicana, incluye un toque de canela de Sri Lanka o canela mexicana (corteza de canelo) y, opcionalmente, una pizca de chile ancho molido, tal como se prepara en Oaxaca.