El invierno y el uso de desinfectantes y lavado de manos conforman una tormenta perfecta para la piel, llevando a sequedad extrema, grietas y eccemas. La Dra. Rossana Janina Llergo, presidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología, advierte: “La barrera cutánea de las manos se ve doblemente agredida: por los agentes desengrasantes del jabón y por el frío que reduce la producción de sebo natural”. Esto es particularmente crítico para profesionales de la salud y personas que trabajan al aire libre.
La rutina de cuidado debe ser reparadora y constante. El Dr. Rodrigo Roldán, director del Centro Dermatológico de Monterrey, recomienda: “Tras cada lavado, secar sin frotar y aplicar inmediatamente una crema con ingredientes oclusivos como vaselina, manteca de karité o ceramidas. Marcas como ‘Neutrogena Norwegian Formula’ o ‘Cetaphil Restoraderm’ son accesibles en farmacias”. Por las noches, sugiere el “tratamiento de guantes”: aplicar una capa generosa de crema y cubrir con guantes de algodón para potenciar la reparación.
La elección del desinfectante también importa. El Dr. Francisco Pérez, dermatólogo del Hospital General de México, indica: “Prefieran geles o sprays desinfectantes que incluyan emolientes en su fórmula, como los de la marca ‘Bioderm’, y eviten aquellos con alto contenido de alcohol sin ingredientes hidratantes”. Para las grietas ya presentes, recomienda pomadas con dexpanhenol, disponibles en cualquier farmacia bajo marcas genéricas.

