La premenopausia marca un punto de inflexión en la salud dermatológica de la mujer, donde los cambios hormonales comienzan a afectar la producción de colágeno y la barrera lipídica. La dermatóloga Dra. Carla Robles especializada en piel madura explica: “A partir de los 45, la piel pierde hasta 30% de su capacidad de retención de humedad y el colágeno disminuye 2% anual, pero con cuidados específicos podemos minimizar estos efectos”.
La rutina se basa en cuatro pilares: limpieza respetuosa, hidratación intensiva, estimulación colágena y protección solar reforzada. Para la limpieza, se recomienda leches o aceites limpiadores que no alteren el manto hidrolipídico. “Productos con pH ácido similar al de la piel son ideales para esta etapa”, señala la Dra. Robles.
La hidratación debe combinar humectantes como ácido hialurónico de diferentes pesos moleculares con emolientes como ceramidas y manteca de karité. La novedad son los “sueros de doble acción” que contienen péptidos estimulantes junto con ingredientes calmantes como avena coloidal.
La protección solar se convierte en imprescindible: “El 80% del envejecimiento visible después de los 50 es por daño solar acumulado”, advierte la Dra. Robles. Recomienda FPS 50+ con protección de amplio espectro y antioxidantes como vitamina C adicional.
El artículo incluye recomendaciones de productos asequibles disponibles en farmacias latinoamericanas y un protocolo de 12 semanas con evaluaciones mensuales. Testimonios de mujeres entre 45-55 años muestran mejoras del 40% en hidratación y 30% en firmeza después del tratamiento completo.

