El gran biólogo francés Claude Bernard, equiparó los fluidos corporales, con los océanos ancestrales de los que todos evolucionamos y, afirmó que, “la constancia del medio interno es la condición de una existencia libre e independiente”.[1]
Siempre he ostentado la frase de que el agua es el “elixir de la eterna juventud”. Mantener una correcta hidratación, implica, el estado de conservación del agua corporal, dentro de su rango homeostático (equilibro) óptimo, y es esencial para mantener la vida.
El agua contribuye entre el 50 al 70% de la nuestra masa corporal total como adultos, y está segmentada tanto en espacios intracelulares (65%) como extracelulares (35%).[2]
Los riñones y las glándulas sudoríparas, junto con el sistema endocrino (hormonal), se encuentran constantemente nivelando el líquido corporal. Cuando existe un exceso de agua y líquido y se logra mantener el equilibrio, se da la eliminación de dicho exceso, por la orina o el sudor. Si esto no sucede de forma natural y orgánica, entonces ocurre la retención de líquidos, consecuencia de la acumulación de agua en los tejidos de nuestro cuerpo, científicamente se le conoce como edema. Las causas pueden ser multifactoriales, por lo que no podemos establecer una solución única para que esta retención deje de ocurrir.
A reserva de siempre acudir con un profesional de la salud, para poder abordar de manera individual el porqué de la retención de líquidos; a continuación, te comparto algunas recomendaciones generales que permiten prevenir esta situación:
· Reduce el consumo de sal: La sal de mesa es cloruro de sodio. El sodio es un mineral esencial para mantener el equilibrio hidroelectrolítico de nuestro cuerpo. Pero cuando hay sodio en exceso, este puede derivarse en retención de agua corporal. Hay que moderar la ingesta de sal de mesa, productos procesados, embutidos o enlatados.
· Mantener un buen consumo de magnesio: Buenas fuentes alimentarias de este mineral pueden ser nueces, granos integrales, chocolate amargo y verduras de hojas verdes. También está disponible como suplemento. Su consumo vía suplementación incluso se ha estudiado como un aliado para reducir la retención de líquidos en síndrome premenstrual.[3]
· Estar activo: Hay que movernos, simplemente caminar y ejercitarnos de manera habitual, puede ser eficaz, para reducir la acumulación de líquido en algunas áreas corporales, como las extremidades inferiores. En caso de retención de líquidos en las piernas, también se sugiere elevarlas al momento de descansar.
Las estrategias de hidratación personalizadas, juegan un papel clave en el mantenimiento de los fluidos corporales en equilibrio. Debemos ser conscientes de los factores que, determinan las necesidades de consumo de líquido del ser humano, como la propia condición fisiológica (edad, género, tipo de dieta), el medio ambiente e incluso nuestro nivel de actividad física, para prevenir y evitar la retención de líquidos.
Por Marien Garza, Miembro del consejo de nutriólogos de Herbalife Nutrition México.