Guardar la decoración navideña de forma ordenada no solo ahorra espacio, sino que previene daños y facilita enormemente la decoración del próximo año. Mariel Vera, organizadora profesional, subraya que “el error más común es apresurarse y meter todo en cajas sin criterio. Invertir un poco de tiempo ahora se traduce en horas ahorradas y menos estrés la próxima temporada”. Su primer consejo es desmontar y guardar en orden inverso a como se colocó (los adornos del árbol primero, las luces después, etc.).
La organización por categorías y el uso de materiales adecuados es clave. “Utilicen contenedores plásticos transparentes y resistentes en lugar de cajas de cartón, que atraen plagas y se humedecen”, recomienda Vera. “Separen por categorías: adornos del árbol (protegidos con papel de burbuja o papel tissue), guirnaldas (enrolladas sin apretar en cartones de cable), luces (enrolladas alrededor de un tubo de cartón para evitar enredos), y figuras frágiles (cada una envuelta por separado)”. Etiquetar cada caja con una lista de su contenido y, si es posible, una foto pegada, es invaluable.
Para los elementos más delicados o valiosos, como el nacimiento o adornos hechos a mano, Paulina Abascal, especialista en cuidado de objetos domésticos, recomienda medidas extra: “Guarden las piezas de porcelana o cerámica entre capas de tela de algodón o gamuza dentro de una caja rígida. Para los textiles, como manteles o cojines festivos, laven antes de guardar y usen bolsas de tela o plástico con cierre hermético para evitar polillas y humedad”. El lugar de almacenaje debe ser fresco, seco y preferentemente elevado (en un closet alto o bajo la cama) para evitar inundaciones o golpes.